Todas las noches, las princesas escapan en secreto a un reino subterráneo para ir a bailar. El rey, que cada mañana ve los zapatos de sus hijas destrozados a pesar de que las encierra con llave en su habitación, al no poder explicarse la situación decide ofrecer a una de las princesas como esposa y su reino como herencia a aquél que adivine el misterio en un plazo de tres días con sus noches.